A.R.E.M. nace en 1961 como una pequeña empresa artesanal de fabricación de componentes y reparaciones electromecánicas destinadas al sector naval e industrial. A lo largo de más de medio siglo de actividad, la empresa experimenta un fuerte crecimiento y una expansión considerable. Con el paso de los años, A.R.E.M. adquiere un tamaño y unas tecnologías de producción que permiten la máxima competitividad en el mercado nacional e internacional.
Operativa en el sector naval e industrial desde 1961, año tras año la empresa ha aumentado su tamaño, tanto en lo que respecta a las innovaciones en la gestión como en la renovación y la ampliación de los equipos y máquinas de taller.
El puerto de Génova es nuestro hogar
A.R.E.M. tiene su sede en Italia, en pleno puerto de Génova, en una zona con fáciles conexiones ferroviarias, aeroportuarias, por carreteras y por autopista. La actividad de la empresa se lleva a cabo en el interior de una estructura industrial que ocupa una superficie cubierta de 2000 m2 subdivididos en oficinas, taller y almacén. La superficie destinada a almacén (400 m2) cuenta con más de 20.000 artículos disponibles, lo que nos permite respetar los plazos de entrega indicados por el cliente.
F.lli Galletto
El entusiasmo, la pasión y el compromiso por nuestro trabajo nos ha permitido crecer y ensanchar nuestros horizontes gracias también al apoyo de nuestros clientes y al trabajo realizado para empresas de calidad y compañías marítimas de primer orden, además de contar con los principales distribuidores de componentes del mundo.
Nuestro compromiso con la empresa representa los valores sencillos y positivos de la familia y del trabajo. Queremos continuar así en el futuro para ceder el paso a nuestros hijos, que representarán la tercera generación, y enseñarles a afrontar con entusiasmo los retos de este mundo nuestro en rápida evolución.
Nuestro equipo
Somos un grupo unido y motivado por la pasión por nuestro trabajo.
Nos comprometemos a ofrecer un servicio personalizado y de gran calidad.
A quién debemos agradecérselo
Cada día llevamos a cabo nuestra actividad fruto de la intuición y el trabajo de nuestro padre.
Sin él, todo esto no hubiera sido posible, una vez más: